viernes, 8 de agosto de 2014

La Cristiada (1926-1929): un episodio trágico de la historia de México



Imagen de cristeros. Reproducción de la obra de Jean Meyer La Cristiada y de Casasola


La historiografía mexicana oficial ha ocultado estos hechos, los cuales tuvieron sus raíces desde la promulgación de las leyes anticlericales de la Constitución de 1857. Desde esta perspectiva, el movimiento revolucionario en México no concluyó en 1920, como lo sostiene la historia oficial. Para sustentar estos argumentos, se debe destacar que durante el gobierno de Álvaro Obregón predominaba la anarquía y no existió un cambio radical como se esperaba. Tan es así, que Plutarco Elías Calles eliminó a Álvaro Obregón, tomando la presidencia del país de manera antidemocrática.
Plutarco Elías Calles fue aún más severo que Benito Juárez en cuanto al anticlericalismo; promulgando la Ley Calles, cuya premisa fue limitar el poder de la Iglesia y de los párrocos en todo el país. En un principio se expulsó a sacerdotes y arzobispos del país; posteriormente, la Ley Calles fue aún más radical, y por órdenes del Jefe Máximo fueron fusilados muchos sacerdotes, como el padre Miguel Agustín Pro, presbítero y miembro de la Compañía de Jesús.
Fusilamiento del Padre Miguel Agustín Pro (23 de noviembre de 1927) 
Imagen: Reproducción de la obra de Jean Meyer La Cristiada y de Casasola
Las medidas extremas del anticlericalismo de Calles desataron el descontento entre los creyentes del pueblo mexicano, sobre todo en los estados del occidente del país (Jalisco, Michoacán, Durango, entre otros). Por este motivo, se conforma una liga en Jalisco, la cual rechazaba la Ley Calles. Dicha liga tuvo como finalidad reunir a varios integrantes para combatir a los federales dirigidos por Calles. El general Enrique Gorostieta, curiosamente anti-religioso, fue el que le dio directriz al nuevo ejército cristero, conformado por más de treinta mil hombres. Las luchas entre cristeros y federales duraron más de tres años y dieron como resultado un gran número de muertes en toda la República Mexicana. 
Plutarco Elías Calles
Mientras tanto, Estados Unidos, interesado en las concesiones establecidas en el Tratado de Bucareli en 1923, sobre la extracción del petróleo mexicano y revocada por Calles durante su gobierno, no buscó llegar a un arreglo entre el clero y el gobierno mexicanos; por el contrario, el embajador de Estados Unidos en México (Morrow) insiste en que se retomen los principios de dicho tratado.
Finalmente, en el año de 1929 se abren las puertas de las iglesias en México, gracias a los acuerdos establecidos entre el gobierno mexicano y el Vaticano.








Recomiendo ampliamente la bibliografía de Jean Meyer, La Cristiada. 



Publicado por Patricio Loizaga








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